Las Montañas: Cortina y los Dolomitas

Gracias a la carretera de tres carriles que llega a Pian di Vedoia, los Dolomitas están a unas pocas decenas de minutos de Venecia. En unas dos horas podemos llegar a Cortina d'Ampezzo justo a tiempo para un aperitivo en el elegante local en la perla de los Dolomitas.
Desde allí podemos subir a través de las amplias curvas de Passo tre Croci el cual, a pesar de su baja altitud de 1805 metros sobre el nivel del mar, ofrece una vista maravillosa de los picos de coral tales como el Monte Cristallo y las Tre Cime.

Cruzando el paso entre las coníferas de la Val di Landro, podemos ver el intenso esmeralda del lago Misurina.

El pequeño lago tiene bancos llenos de verdes coníferas que, junto con el reflejo de las imponentes montañas Dolomitas, le otorgan al lago Misurina una sensación especial de paz y tranquilidad. Entre todos los lagos de las montañas Dolomitas, el lago Misurina es uno de los más pequeños y tal vez junto con el Carezza es el más elegante y encantador. Este lago combina la serena atmósfera de un lago con la emocionante atmósfera típica de las altas cumbres de los Dolomitas.

Puede comer en esa área encantadora alguna las comidas típicas de los bosques y pasturas y luego retornar a Cortina para hacer compras al atardecer, entre boutiques y las artesanías de uno de los más famosos resorts de montaña en el mundo; disfrute de un paseo por el centro sin tener que caminar desde lejanos estacionamientos públicos fuera de la ciudad, gracias a las licencias otorgadas a nuestros huéspedes por las autoridades locales.

En Junio de 1156, durante el festival de San Vito Mártir, dos hermanos llamados Giovanni y Paganello registraron la compra de un terreno ubicado en "Ampitium Cadubri" en el notario. Es el primer documento donde aparece el nombre de Ampezzo: un pergamino guardado en los archivos de San Vito, un pueblo a diez kilómetros de distancia de Cortina, donde vivían los compradores.

Las pistas de ski en Cortina, que descienden al pueblo desde las más hermosas montañas entre los Dolomitas, albergan campeonatos nacionales e internacionales desde los comienzos de este deporte de invierno: proyectado para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno en 1944, este evento en Cortina fue aplazado a 1956 debido a la Segunda Guerra Mundial.

En el camino de vuelta, los pre-Alpes y los Dolomitas serán protagonistas del paisaje, cruzando Passo Falzarego entre la majestuosidad de las Torres de Fanes, de Lagazuoi, de Tofane...

Estas montañas fueron el campo de batalla entre los italianos y los austriacos durante la Primera Guerra Mundial. En la fisonomía todavía podemos ver rastros de senderos vertiginosos, las estaciones camufladas, las heridas inflingidas a las montañas por la feroz guerra de minas que los dos ejércitos llevaron acabo para mover al enemigo de posiciones seguras. La cima del Col di Lana, que puede ser vista a distancia desde Passo Falzarego, fue destruida y transformada en un gran cráter debido a una gran explosión en un túnel.

El descenso a través del Parco Nazionale de los Alpes de Belluno nos permitirá atravesar el campo minero en Agordo o la espléndida ciudad medieval de Feltre, y camino a Venecia, de acuerdo a los cálculos de tiempo y tráfico, junto al Río Brenta y sus lagos en Valsugana y luego ir a la romántica ciudad de Bassano y los muros medievales de Castelfranco Véneto.

Si el tiempo y el tráfico no nos favorecen, podría llevarse a cabo un conveniente y rápido retorno a través de la carretera Venecia-Belluno.